Con la creación de dicha Agencia, el Gobierno de España ha querido singularizar en la organización del Ministerio de Fomento, y en concreto, en la Dirección General de Aviación Civil, las funciones de definición de la política aeronáutica en materia de aviación civil. La Dirección General asume así un importante papel de defensa del sector en su conjunto, residenciando en este órgano importantes funciones de coordinación con otros Ministerios en materia aeronáutica, así como coordinación de intereses y puntos de vista del sector para promover propuestas concretas en el ámbito nacional e internacional.
Este papel de la Dirección General cobra mayor protagonismo si cabe en el actual contexto de crisis que se ciñe sobre la economía mundial. El aumento de la competencia, la volatilidad del precio del combustible y el estancamiento de la demanda están provocando presiones sobre precios y costes afectando significativamente a los márgenes de las compañías.
Consciente del papel del sector aéreo como motor del crecimiento económico, y con el fin de hacer frente a éste y otros retos, como el uso eficaz y seguro del sistema aeroportuario, el incremento de la capacidad, eficiencia, sostenibilidad y seguridad de la gestión del tráfico aéreo presente y futura a través de la iniciativa Cielo Único y SESAR, el fomento de un transporte aéreo sostenible, la adecuada integración territorial de los aeropuertos, la progresiva liberalización de los servicios de transporte aéreo internacional, o la cohesión territorial en el transporte aéreo, la Dirección General de Aviación Civil aspira a promover nuevos instrumentos normativos, a ejercer una adecuada representación de los intereses nacionales en los foros internacionales, a coordinar eficazmente sus posiciones con otros órganos de la Administración y organismos públicos, a celebrar nuevas rondas negociadoras de convenios de transporte aéreo, y a elaborar los estudios y análisis estratégicos oportunos para la toma de decisiones políticas.