Hasta hace una década quizá nadie se imaginaba que hubiese personas interesadas en aprender a hablar el idioma chino. Pero hoy en día más personas están interesadas en recibir cursos de mandarín. Y la razón radica en el resurgimiento económico experimentado por China Popular y el creciente interés de entrar en ese mercado, además de ser el idioma oficial de varias naciones.
Las expectativas son que para el 2020 China sea la primera potencia económica del mundo, superando a los Estados Unidos. Por todo ello, hablar chino tendrá una gran ventaja respecto a los que sólo hablen inglés.
Por otra parte, el desarrollo de la enseñanza del chino como lengua extranjera en todo el mundo está aumentando velozmente. Más de 2.300 universidades en unos 100 países han incluido cursos de chino en sus programas académicos, a la par que crece sin cesar la cifra de estudiantes extranjeros que viajan a China para aprender el idioma. El entusiasmo por aprender chino puede apreciarse en el crecimiento de estudiantes extranjeros que llegan a China: 30% anual.
La dificultad de este idioma para un occidental son sus tonos y combinaciones fonéticas, ya que muchas palabras se pronuncian igual pero su significado es distinto. Sin embargo, su gramática es muy sencilla y clara.
Debemos admitir que si comparamos un país como España con cualquier otro europeo prácticamente no se llega a los niveles de formación en un segundo idioma que poseen los otros países. Sin embargo, tampoco son pocas las personas que dominan más de dos idiomas y, evidentemente, a la hora de buscar empleo, tendrán un futuro mucho más prometedor que los trabajadores que no los tenga.