El primer paso para empezar a buscar empleo es actualizar el currículum. Algo tan obvio que, en muchas ocasiones, pasamos por alto o no le dedicamos la atención que merece. Los expertos dedicados a la contratación de personal esperan que ese documento sea la expresión clara y concisa de la trayectoria profesional del candidato.
Si va a empezar a redactar un currículum debe tener presente que el objetivo final del mismo es obtener una entrevista de trabajo, señala Fermín Díez, director de recursos humanos de Start People. Así, hay tres factores que deben tenerse en cuenta para ordenar le información prevista: presentarse al futuro empleador, captar la atención sobre los aspectos más importantes de su personalidad y su recorrido académico y laboral; y hacerlo de tal forma que, después de tener una entrevista personal, el futuro empleador sea capaz de recordar los datos que mejor le definen.
Por eso, los expertos recomiendan adaptar siempre este documento al puesto concreto al que se opta en cada ocasión. “Un documento bien estructurado y que pueda leerse en medio minuto es el objetivo”, señala Iván Sánchez-Gil, responsable de selección de la firma Abacco Siglo XXI. Para él, los peores currículums que se reciben son los que se cuelgan en los portales de empleo. “Los candidatos no los actualizan con regularidad y, en muchas ocasiones, se quedan fuera de procesos interesantes porque a los responsables de selección de las empresas no les llega la información correcta”, advierte. Sánchez-Gil señala también que en los documentos que llegan a través de Internet falta mucha información. “Cuanto menos se concretan las aspiraciones laborales, más ofertas se reciben, aunque de forma indiscriminada”, apunta.
La presentación puede responder a tres modelos, en función de la experiencia profesional del candidato: cronológica, cronológica inversa y funcional. Según los expertos, la cronológica inversa es la más eficaz cuando se tiene cierta experiencia porque permite destacar los empleos más recientes. Sánchez-Gil añade la conveniencia de explicar de la forma más concreta posible las funciones asumidas por el candidato y su responsabilidad.
Aunque el papel tiene los días contados, aún hay muchas personas que siguen enviando su currículum por correo postal. Los expertos dicen que esta práctica puede hacerse si se acude a una fuente directa o a la empresa concreta, pero, en general, es poco operativo. “Es materialmente imposible para los consultores de selección volcar la información recibida a las bases de datos, algo que sí puede hacerse cuando el documento se envía por e-mail”, explica Sánchez-Gil.
En cuanto a la posibilidad de incluir una foto, las opiniones coinciden. Se trata de una decisión voluntaria, pero siempre es conveniente. Facilita una primera impresión de primera mano que resulta de utilidad, especialmente si se opta a determinados puestos en los que la imagen personal es más importante.
