Desarrollo de nuevas terapias y tecnologías: El sector farmacéutico está invirtiendo en el desarrollo de nuevas terapias y tecnologías, incluyendo terapias génicas y celulares, inteligencia artificial y digitalización de la salud, entre otras. Estas nuevas terapias y tecnologías pueden mejorar la eficacia de los tratamientos y reducir los efectos secundarios.
Mayor colaboración y transparencia: Las empresas farmacéuticas están colaborando más estrechamente con los reguladores, los proveedores de atención médica y los pacientes para desarrollar mejores tratamientos y aumentar la transparencia en los ensayos clínicos y la fijación de precios.
Mayor enfoque en la salud global: La pandemia de COVID-19 ha puesto de relieve la necesidad de una mayor cooperación y coordinación en el sector de la salud a nivel mundial. El sector farmacéutico está trabajando en colaboración con los gobiernos y otras organizaciones para asegurar un acceso equitativo a las vacunas y tratamientos.
Mayor enfoque en la prevención: A medida que aumenta la conciencia sobre la importancia de la prevención en el cuidado de la salud, el sector farmacéutico está invirtiendo más en el desarrollo de tratamientos preventivos, como las vacunas.
En resumen, el sector farmacéutico está experimentando un cambio significativo hacia una mayor colaboración, transparencia y enfoque en la salud global y la prevención. El desarrollo de nuevas terapias y tecnologías también está impulsando cambios significativos en la forma en que se tratan y se previenen las enfermedades.
La OMS y los líderes de la industria farmacéutica han lanzado una iniciativa para acelerar el desarrollo y la producción de tratamientos y vacunas para futuras pandemias, con el objetivo de garantizar un acceso equitativo a estos productos a nivel mundial. Esta iniciativa, llamada "ACelerador de Herramientas de Acción contra la COVID-19" (ACT-A), se lanzó en abril de 2020 y ha sido respaldada por numerosos gobiernos, organizaciones y empresas.
Pfizer ha anunciado que invertirá más de 1.000 millones de dólares en una nueva instalación de producción de terapias génicas en Carolina del Norte, Estados Unidos, para satisfacer la creciente demanda de estas terapias. Las terapias génicas son tratamientos que utilizan material genético para tratar o curar enfermedades. Esta inversión de Pfizer es un ejemplo de la creciente inversión en nuevas terapias y tecnologías por parte de la industria farmacéutica.
Grifols ha anunciado una inversión de 200 millones de euros en una nueva planta de producción de proteínas recombinantes, utilizadas en la producción de tratamientos para enfermedades raras y otros trastornos. Las proteínas recombinantes son proteínas producidas artificialmente que se utilizan para tratar diversas enfermedades. La inversión de Grifols es otro ejemplo de la inversión en nuevas tecnologías y tratamientos por parte de la industria farmacéutica.
Novartis ha anunciado una colaboración con Gilead Sciences para desarrollar y comercializar una terapia génica para tratar la enfermedad del hígado graso no alcohólico. Esta colaboración es un ejemplo de la creciente colaboración entre empresas farmacéuticas para desarrollar nuevos tratamientos. La enfermedad del hígado graso no alcohólico es una afección común que puede conducir a enfermedades hepáticas graves, y actualmente no hay tratamientos aprobados específicos para ella.
