Para el Patrick Thistle los partidos se juegan como se entrenan es por ello que a raíz de la falta de intensidad en los mismos su técnico les obliga a lucir en los entrenamientos el uso de uniformes de castigo, con la certeza de que quien los vea no dejaran reír durante los 90 minutos.
Archibald utiliza esta táctica, sin embargo, en el caso de Gary Fraser, primer futbolista que fue obligado a ponerse una vestimenta impropia para jugar al fútbol, el técnico también quiso reprender su comportamiento en un partido de la pasada temporada en el fue sancionado con nueve encuentros al resultar expulsado. Entonces, el centrocampista tuvo que vestirse con un traje rosa de bailarina clásica, tutú incluido. Aquel fue el «traje de castigo» durante ese curso.
De esta manera la alta imaginación de Archibald con el fin de sancionar a sus pupilos es cada vez motivo de admiración, haciendo que sus seguidores estén al pendiente en cuanto al nuevo disfraz que utilizaran los o el jugador como escarmiento a sus actos.