Finalmente se ha acordado aplazar en dos años la reforma, por la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE), y para las carreras actuales. No afectando a las nuevas que cada universidad quiera crear.
A este acuerdo se ha llegado para implantar los nuevos grados poco a poco y no de forma precipitada.
Hay que tener en cuenta que se aproximan elecciones en los gobiernos y esto siempre viene con cambios en los planes universitarios.
Desde la cúpula de la CRUE, insisten en que el aplazamiento no es un abandono sino un trabajo que seguirán haciendo evaluando el sistema de grados de cuatro años y estudiando el impacto económico que tendrá la implantación de tres años tanto en las propias universidades como en el alumnado.
El cálculo que han realizado es que el gasto público bajará entre 700 y 800 millones de euros, cinco veces más de lo que pagan los alumnos actualmente.
Se informará realizando campañas desde las universidades con el objetivo de proporcionar mejor formación y empleo y no basado en la economía. Con ello se intentará aclarar las preguntas que les preocupa al alumnado y sus familias con esta reforma desde el gobierno central.
