El examen de selectividad es una prueba escrita que han de superar aquellos estudiantes que han obtenido el Título de Bachiller y desean matricularse en una universidad de España. La prueba consta de dos partes: una primera fase general, en la que los alumnos se examinan de forma obligatoria de algunas materias de las cursadas en Bachillerato; y una segunda fase específica, en la que se examinan de forma voluntaria de materias de modalidad de las que no se han examinado en la parte general. Las materias de la fase voluntaria han de tener tienen relación con los estudios que pretenden cursar en la universidad.
Este curso 2010-2011, la nueva estructura de la selectividad permite que puedan presentarse a la fase específica de la prueba, quienes tengan un título de técnico superior de FP, técnico superior de Artes Plásticas y Diseño o técnico Deportivo Superior y equivalentes para concurrir a la oferta de plazas universitarias de mayor demanda en las mismas condiciones que sus compañeros bachilleres.
La importancia de estos exámenes durante las últimas décadas no ha estado tanto en la dificultad para superarlos como que la calificación obtenida que, junto a la media del Bachillerato, se convertía en la nota de acceso a la universidad, es la llave para poder elegir la titulación que se desea estudiar y el centro en el que cursarla para las inmensa mayoría que se matricula en una institución pública.
El principal cambio de la nueva selectividad, que se estrenó el pasado curso 2009-2010, es que los estudiantes que desean acceder a titulaciones universitarias sin límite de alumnos tan solo necesitan superar la fase general de la prueba. Sin embargo, para obtener una plaza en los títulos con exceso de demanda, es imprescindible subir nota con los ejercicios de la fase específica.
Por ello, es fundamental elegir bien las materias de la fase específica de la selectividad. Antes de decantarse por una opción u otra, es recomendable que consulte los parámetros de ponderación que las universidades otorgan a las asignaturas en relación con una titulación específica y escoger las que, según este factor (0,1 o 0,2), permiten elevar más la nota de admisión final del titulo superior al que se desea acceder. De los cuatro ejercicios máximos a los que se pueden presentar en esta fase, solo dos se tienen en cuenta en la nota de acceso.
El alumno tiene que considerar que tal y como se calcula ahora la nota de acceso a la universidad puede obtener diferentes notas de admisión, una para cada titulación. La fórmula genérica para efectuar el cálculo es la siguiente: nota media de Bachillerato x 0,60 + nota fase general x 0,40 + ejercicio específico 1 x (parámetro de ponderación) + ejercicio específico 2 x (parámetro de ponderación). El resultado puede ser de hasta 14 puntos.
Si no estas deacuerdo con la nota que has obtenido, no hay que dudar en recurrir a alguna de las vías disponibles para reclamar. Tienes un plazo de tres días hábiles después de publicarse las calificaciones. Por una parte, el estudiante puede solicitar una segunda corrección del ejercicio con el que está en desacuerdo. Un profesor especialista revisará el examen y le otorgará una nueva calificación. La nota final será el resultado de la media entre la primera y la segunda nota. Si la diferencia entre una y otra supera los tres puntos, se puede solicitar una tercera corrección y su resultado será el definitivo.
La segunda vía es la reclamación ante la Comisión Organizadora. Esto no significa revisar de nuevo los ejercicios, sino que el alumno debe alegar cualquier circunstancia, relacionada con el procedimiento de la prueba, que considere que pueda haber afectado a los resultados. Si se recurre a esta vía en primer lugar, no es posible optar después por la segunda corrección. Sin embargo, si se solicita antes la revisión de los ejercicios, sí se puede reclamar posteriormente.
En caso de no aprobar el estudiante tiene distintas opciones. Si tiene claro que el camino formativo que quiere seguir es el universitario, puede volver a presentarse a la selectividad en la convocatoria de septiembre. Aunque es difícil que si la supera obtenga plaza en las carreras más demandadas, muchas otras titulaciones cuentan con disponibilidad de cupo para el segundo proceso de admisión. No obstante, puede acudir a sucesivas convocatorias para intentar subir la nota. La calificación de la fase general tiene validez indefinida y la nota de las materias de la fase específica, durante dos cursos.