Para muchos es hora de que existan jóvenes en el campo europeo la población agraria está tremendamente envejecida y el panorama laboral tan complicado que tenemos los jóvenes nos obliga a asumir mayores riesgos. ¿Por qué no apostar por el campo? Además, parece que los políticos también empiezan a darse cuenta de que si queremos que siga viviendo gente en los pueblos hay que rejuvenecer el campo, para ello son necesarios también los estímulos.
El Instituto Nacional de Estadística publicó un extenso informe sobre la estructura del campo español que llevaba sin actualizarse desde el año 2007 y sus resultados, puestos en perspectiva, revelan que poco o nada ha cambiado en lo que respecta al envejecimiento del sector primario aragonés.
Según el INE, solo uno de cada cuatro titulares de explotación tenía menos de 50 años en el momento de realizarse el informe, durante este 2017. Y lo que quizá sea aún más grave, en total, de los 38.956 agricultores y ganaderos que hay en la Comunidad, hasta un 38% (14.714) encaran ya sin vuelta atrás la jubilación al haber superado la barrera de los 65 años. Son datos incluso peores que los del anterior informe de hace siete años cuando por ejemplo, había 2.380 titulares de explotación menores de 35 años, por los 1.074 que hay ahora.
La falta de músculo joven en el campo aragonés es uno de los problemas que más han denunciado en los últimos años las organizaciones agrarias, quienes han criticado que a pesar de las ayudas para fomentar la incursión de los jóvenes en la agricultura y la ganadería, la falta de decisión por atajar este asunto en aspectos fundamentales como la Política Agraria Común ha hecho que todos los esfuerzos acaben en saco roto. Quizá también una buena opción sea ofrecer más cursos de agricultura para fomentar los conociminetos y la participación juvenil.
No en vano, tras la aprobación definitiva de aplicación de la nueva PAC por el Ministerio de Agricultura, los sindicatos denunciaron que el Gobierno había suavizado “una de las pocas medidas” que daban pie a un mayor relevo generacional, el llamado requisito de 'agricultor activo', que exigía obtener al menos un 20% de los ingresos anuales a través de la venta de sus productos, cuando hasta ahora se daban casos de explotaciones que recibían las ayudas comunitarias sin apenas producir alimentos.