La relación empleado-empresa no pasa por su mejor momento, y es que los altibajos en la situación económica de la empresa, la demanda de nuevos perfiles profesionales más polivalentes y adaptables, o el recorte en contratación ha provocado que la forma de trabajar sea distinta y mucho más aún la relación existente entre el trabajador y el jefe.
El profesor de Estrategia de empresa del MBA de la Universitad Politécnica de Cataluña, Jordi Damià, ha analizado las claves de este nuevo modo en que empresario y trabajador se relacionan, indicando los siguientes cambios como los más 
significativos:
- El empresario ve al trabajador como un producto, y no se preocupa en conocer al empleado desde un punto de vista personal, ni en ver su situación y lo que puede afectarle un despido.
- Debido a esa falta de vínculo emocional con el empleado, se ve únicamente la consecución de objetivos como el fin último del trabajador, si no hay resultados, éste no es válido.
- El trabajador ha de ser auto-didacta en la mayoría de los casos; la falta de tiempo o de recursos para poder planificar el trabajo hace que todo se haga sobre la marcha, y que sea el propio empleado el que potencie sus cualidades en vez de dejarse sacar las mismas por parte de los superiores.
- Además de obtener buenos resultados, el trabajador actual tiene que saber comunicar qué sabe hacer bien, por lo que una buena comunicación en la empresa es imprescindible para sumar puntos.
- A más formación más especialización, por lo que se hará más difícil para la empresa prescindir de un empleado altamente cualificado; en primer lugar por falta de tiempo para formar otro trabajador y también y mucho más importante porque formar y contratar una nueva persona conlleva mucho más gasto para la empresa, y en tiempos de crisis, no hay que despilfarrar.
Estos puntos son los que en opinión de Damià definen la relación empresa-trabajador actual. ¿Y tú qué opinas?
Fuente: ABC
