Se ha creado una nueva tecnología que ayuda a monitorear los signos vitales de una persona, ésta tecnología utiliza sensores sofisticados, que por su tamaño reducido, podrían colocarse en el interior de una venda. Su costo de fabricación podría sería muy económico, pudiendo ser producidos en escalas industriales.
Esta tecnología ha sido creada por un equipo de ingenieros de la Universidad Estatal de Oregón. Este proyecto ha sido liderado por Patrick Chiang.
El periodo de prueba está listo para realizarse en ensayos clínicos.
Esta tecnología, por ser de bajo costo, alta eficiencia y reducido tamaño, podría ser aplicada en diferentes aplicaciones como un elemento desechable.
Una de las principales aplicaciones de este sensor, podría estar enfocada en monitorear la frecuencia cardiaca del corazón. Este sensor, podría ser capaz de recolectar información del número de pulsaciones, la fibrilación atrial, etc. como un electrocardiograma. Además, puede ayudar en el cuidado de pacientes con demencia gracias a su capacidad de medir señales de EEG.
Puede ser de gran ayuda en los programas para bajar de peso, a través de la información que se registre con el sensor durante la actividad física que realice una persona.
En la detección de enfermedades infecciosas, podría ser un gran aporte al ser capaz de registrar los niveles de transpiración y temperatura corporal.
Este sensor no necesita de una batería para ser energizado, éste puede energizarse con la obtención de mínima energía de los dispositivos de radiofrecuencia (teléfonos móviles, puntos de acceso, etc.) que se encuentren cerca. Además, puede ser usado en combinación con estos dispositivos en un radio no mayor a 4 metros.
Estos sensores, no solo pueden energizarse de este tipo de dispositivos, también pueden captar energía de fuentes como el calor del cuerpo o el movimiento físico.
