Sólo el 6% de las personas trabajan en lo que soñaron de niños; esto se logra determinados gracias a un estudio en donde se analizan los procesos que influyen en la formación ocupacional de los preadolescentes.
La investigación arroja datos en donde la elección de la carrera depende de algunos factores, entre ellos los estudios de los padres o la propia autoestima. El estudio asegura que los niños que aspiran a profesiones consideradas 'típicas de su sexo' tienen una doble posibilidad de terminar desempeñando alguna de ellas en la edad adulta.
El comportamiento de los padres ante las tareas del hogar influye en el aprendizaje de los niños; es decir en familias con un reparto muy tradicional de las tareas domésticas, los niños aspiran a profesiones habitualmente masculinas. Sin embargo, esta alternativa no es aplicable al sexo femenino, ya que las niñas procedentes de familias tradicionales no desear trabajos necesariamente típicos de su sexo.
Además de esto, se ha encontrado que los recursos socioeconómicos de los padres afectan a la ambición profesional de los niños. Las hijas que cuentan con padres con estudios universitarios tienden a aspirar a la cúspide de la jerarquía ocupacional donde existen menos mujeres y, por tanto, son menos típicas de su sexo.
