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Como en tantas profesiones en la docencia existen profesionales que cobran millones y tienen un reconocimiento mundial

Nos acostumbramos a ver el ingreso al mercado laboral como una fase distinta a la educativa, cuando están íntimamente ligadas. La universidad prepara a los estudiantes para ingresar, sin mayores complicaciones al mundo laboral según lo que van demandando las empresas.
En la educación año tras año se destaca por la carencia a la que se critica pos falta de vínculo con otras empresas.
Pero una tendencia creciente en los últimos años demuestra que la preocupación de las empresas por contar con personal capacitado a pesar de los fallos de la universidad se ha manifestado un nuevo sistema de formación de los empleados.

Empresas como Google, Microsoft o Facebook comenzaron a contratar docentes especializados en inteligencia artificial y deep learning, buscando a los mejores expertos para tareas de investigación.
Esta medida tiene muchos beneficios tanto antes como en el futuro. Hoy por hoy ayuda a revalorizar el trabajo de los docente a nivel social y económico, en un futuro podría acortar la brecha existente entre universidades y empresas.

De acuerdo a lo que consigna The Economist, las empresas americanas invirtieron un total de 8.500 millones de dólares en talento académico. Docentes del más alto nivel, con especializaciones de baja demanda en las universidades o sin un lugar en el plan de estudios de los centros, encuentran en las empresas el sitio ideal para demostrar sus conocimientos obteniendo sueldos de lujo que podrían compararse con los de las mejores estrellas del deporte mundial.

Económicamente, la competencia entre universidades y empresas de la talla de Google o Facebook no parece justa, pues los gigantes de la tecnología tienen todas las de triunfar en una partida para la que no tienen rival. Ante esta fuga de talentos, las universidades deben tomar medidas inmediatas para evitar perder su prestigio: fomentar la enseñanza de las materias más demandadas por las empresas, crear programas atractivos para los docentes, ofrecer becas y ayudas especiales para alumnos que decidan apuntarse a carreras de robótica e inteligencia artificial, etc. La competencia puede ser difícil, pero será aún peor desde la pasividad.