El desayuno es considerado como la comida con mayor grado nutricional y más aún para aquellos que están creciendo. Sin embargo, con el paso de los años y la crisis, se calcula que un 30% de los niños acude al colegio sin desayunar. De tal manera que la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición comunica a la población que ir a clase sin haber desayunado es causa de la obesidad infantil y afecta al rendimiento escolar.
Lo que la asociación busca es concentrar la tercera parte de una dieta saludable entre desayuno y media mañana, a que a la larga, los niveles de sobrepeso y obesidad infantil, van en aumento.
Algunos experto en nutrición afirman que “el hambre hará que el niño sea más susceptible de comer los bollos industriales y golosinas que provocan estímulos fuertes por las subidas de azúcar, pudiendo inducir una cierta dependencia”, acabando en sobrepeso y obesidad, “catalogados como los problemas óseos y musculares con más incidencia.
Lo recomendable es que el desayuno represente un 30% del aporte energético total, para asegurar a los niños unas óptimas condiciones y que puedan empezar con fuerza la jornada.