Lo bueno y lo malo de la primavera

El invierno frío empieza a abandonarnos y dar paso a la primavera de color. Las calles se vuelven más alegres, el sol anima a salir y tomar algo en las terracitas. Pero todo no es tan precioso, alergias, sensación de desgana, cansancio que afecta cada año a más de la mitad de la población.

La astenia primaveral tiene sus síntomas en el cansancio pleno. Fatiga muscular, irritabilidad, falta de concentración y de apetito, desmotivación o dolor de cabeza. Aunque sabemos que llega es difícil de ponerle remedio aunque podemos aliviar los síntomas. Para que se nos haga más llevadera no hay nada como adaptar la dieta para que nuestro cuerpo se adapte a la primavera.

Consumir alimentos de temporada y frescos como las fresas por ejemplo que fortalecen nuestro sistema inmunitario y como diurético reducen la hinchazón de piernas que aparece con el calor. Otros alimentos a tomar en cuenta son legumbres, cebollas, tomates, huevos, mucha agua, plátanos, frutos secos, coles de bruselas y yogures entre los más destacados.

Las ensaladas son una comida principal y apetecible en esta estación y no tiene ninguna complicación, ensalada de legumbre en frío rica en fibra, de pasta que aporta mucha energía. Los yogures no dejes de tomarlos ya que protegen las mucosas y la flora intestinal.

Como en todo blog de nutricióno deporte lo principal es la alimentación, el ejercicio físico y el descanso, que además se retroalimentan entre sí. El deporte moderado alivia tensiones, regula las hormonas y libera estrés, ayudándonos a dormir mejor.
Para el  cansancio generalizado y el decaimiento de esta estación mejor combinar los nutrientes de una buena macedonia de frutas de temporada con un paseo en bici, que nos activa muscular y mentalmente de forma casi instantánea y además nos permite asimilar la vitamina D del sol.

¿Y qué podemos decir de las malditas alergias? Presente en primavera de forma aguda, imposible de evitar, se recomienda beber mucha agua y lavar las fosas nasales para aliviar los síntomas.

Otro de los elementos más presentes y molestos en primavera es la alergia. Aunque es imposible evitarla, los especialistas recomiendan beber mucha agua y recurrir a los lavados nasales para mitigar sus síntomas. La granada y los beta carotenos (calabaza, zanahoria…) refuerzan las defensas; y la que cetina, un flavonoide presente en la cebolla, la manzana y la manzanilla, ayuda a combatir los efectos de la alergia por sus propiedades antihistamínicas.

Los complejos vitamínicos tan de moda en primavera no son necesarios siempre que realices una buena alimentación.

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