Ante la gran competencia que existe en el mundo empresarial aún nuestros directivos siguen siendo de los menos formados en materia económica así como en creación de marca personal. Como hemos mencionado en muchas otras ocasiones, ser un buen directivo implica ciertas cualidades que hay que tener en cuenta y que hay que tener para demostrar un #liderazgo adecuado: se trata de tener aptitud social, capacidad de aguantar los altibajos que el emprendimiento pueda traer consigo así como capacidad de adaptación y flexibilidad ante los cambios.
En la actualidad, más del 13% de las ofertas de empleo piden formación de postgrado en el caso de los ejecutivos, sin embargo el porcentaje es menor a medida que bajamos el escalafón hacia mandos intermedios. Estamos de acuerdo en que para saber dirigir bien una empresa hace falta formación cualificada pero, ¿en qué fallan nuestros directivos?
Podemos decir que la falta de formación tiene que ver con la escasa experiencia internacional, el miedo a arriesgar frente a otros países europeos que no se piensan tanto el emprender, o bien también limitaciones económicas surgidas a raíz de la crisis. Por otra parte, tampoco son muy duchos en lo que a imagen de marca personal se refiere, no tienen una gran red de contactos y por ello les cuesta más hacerse un hueco en el mercado, ya que hay que saber manejarse en todos los medios para conseguir traspasar fronteras tanto físicas como virtuales.
Desde las escuelas de negocio luchan contra esa falta de #formación para que nuestros empresarios se pongan al día. Sin embargo, sigue siendo su responsabilidad aprovechar los conocimientos adquiridos en el aula para poder aplicarlos al mundo real y a la realidad de su empresa.
Fuente: El economista
