La Comunidad ha cerrado 2010 con un descenso del 6,5% en el número de accidentes laborales -leves, graves y mortales- registrados en la región respecto a 2009. Esta reducción se ha producido en todos los tipos de accidentes y en todos los sectores productivos. En 2010 se contabilizaron un total de 92 accidentes mortales, tres menos que el año anterior -una reducción del 3,1%-.
En estos datos destaca el incremento de los accidentes in itínere (27 este año frente a los 20 registrados en 2009) y el fuerte descenso de los siniestros mortales en jornada laboral, que pasan de 75 entre enero y diciembre de 2009 a 65 en el año recién terminado (-13,3%).
En lo referente a los accidentes graves, el descenso fue del 11,2%, mientras que los leves se redujeron un 6,53%. Por sectores, la reducción de la siniestralidad en 2010 destacó en la industria y la construcción, con bajadas superiores al 12% (12,5% y 12,4% respectivamente), mientras que el total de accidentes bajó un 5,75% en la agricultura y un 5,37% en los servicios.
Respecto a los datos de diciembre, el último mes del año se cerró con siete siniestros mortales (seis en jornada laboral y uno in itínere), lo que supone dos accidentes mortales menos que en idéntico mes de 2009 y un descenso porcentual del 22,2%.
El descenso del número de accidentes en diciembre fue del 9,5% -con la reseñada reducción del 22,2% en los accidentes mortales y una bajada del 9,5% en los leves y del 16,6% en los graves-, y la siniestralidad también bajó en todos los sectores productivos, especialmente en la industria (-21,9%) y en la construcción (-17,6%).
Aunque para CCOO de Madrid, los datos de siniestralidad de 2010 en la Comunidad no son demasiado alentadores debido a que, frente a una caída muy importante de la actividad y del número de puestos de trabajo en prácticamente todos los sectores, ésta no se traduce en el mismo descenso en cuanto a accidentes laborales se refiere.
El secretario de Salud Laboral del sindicato apunta que, para este 2011, es necesario intensificar las actuaciones de la Inspección de Trabajo, como instrumento fundamental de control, y del Instituto Regional de Seguridad y Salud en el Trabajo, como instrumento gestor de las políticas preventivas en la Comunidad.