Si ya en 2012 los expertos en educación vieron que el porcentaje de alumnos que solicitaba formación a distancia era alto, la tendencia ha sido a la alza en 2013, y se estima que siga en aumento de cara al próximo año; las previsiones apuntan a que más de 22 millones de estudiantes de todo el mundo harán en 2014 algún curso online.
A pesar de que casi siempre la crisis se ve como una enemiga, lo cierto es que las empresas de formación a distancia y las escuelas que ofrecen esa modalidad de aprendizaje están viéndose beneficiadas por esta nueva situación. Esta nueva forma de aprender requiere menos esfuerzo desde el punto de vista económico, puesto que el coste no es tan elevado como pueda ser realizar un curso presencial.
Además de la flexibilidad y comodidad de poder estudiar desde casa, e incluso en cualquier otra parte gracias al uso de las nuevas tecnologías y dispositivos móviles con conexión a internet, la formación online supone un medio de comunicación más interactivo entre el profesor y el alumno, donde se pueden intercambiar conocimientos, información, materiales y sobre todo y más importante cambiar el rol del estudiante hacia papeles protagonistas, en el que el alumno interviene activamente dentro del proceso educativo y no se queda esperando a que sea el profesor quien, valiéndose de sus fuentes, introduzca los conocimientos en la mente del alumno sin que éste aporte nada por él mismo.
El reconocimiento de la formación a través de la red ha variado desde que apareció esta metodología de enseñanza. Las administraciones están adaptando sus planes formativos para que tengan la misma validez que los cursos presenciales y puedan optar a titulaciones oficiales homologadas por el Ministerio de Educación español.
Formarse no es un capricho en la sociedad actual sino un bien necesario; ya no únicamente para cambiar de empleo o para encontrarlo, sino también como medio de estar en constante reciclaje debido a los cambios e innovaciones que se producen en todos los ámbitos educativos, así como a nivel de legislación. Es imprescindible estar a la vanguardia de la educación; en ese sentido el e-learning constituye una herramienta muy útil ya que permite encontrar nuevos cursos y programas adaptados a las necesidades del mercado laboral, ofreciendo formación para fines específicos, y de una duración apta para personas a las que les gusta estudiar y para otras que son un poco más reticentes a la hora de coger los libros.