¿Qué estudios se necesitan para ser Educador/A para Menores en Situación de Riesgo Social?

Funciones:

En una sociedad tan competitiva y con niveles de desigualdad tan elevados como la nuestra, la igualdad de oportunidades no siempre es la norma. Por desgracia, aún no disponemos de los mecanismos suficientes como sociedad para evitar que colectivos como familias con bajos recursos, diferencias culturales o discapacidades puedan verse en algún momento en riesgo de exclusión social, si ru vocación se ve interesado en este ámbito social tu profesión debería ser Educador/a para menores en situación de riesgo social. 

Las instituciones públicas se encargan de asegurar que todo ciudadano —de cualquier edad, pero sobre todo niños y adolescentes—, independientemente de su nivel socioeconómico, de su cultura o de sus capacidades tenga acceso a la educación necesaria para acceder a bienes culturales que le enriquezcan y hagan crecer como persona y como buen ciudadano, de esta manera disponga también de las mismas oportunidades laborales o de educación superior que todo el mundo, y pase a ser parte integrante y activa de la sociedad asegurandole un nivel de vida digno. 

De esta manera, es cada vez más necesaria la presencia de profesionales de la Educación en programas de Trabajo con Menores en Situación de Riesgo Social que se aseguren de establecer las estrategias y protocolos necesarios de intervención y sirvan como guía a estos menores dotándolos de las herramientas necesarias para su desarrollo. Un Educador/a de Menores en Situación de Riesgo Social debe tener un amplio conocimientos del entorno institucional, social, cultural y legal en que se ubica su actividad, como de los principales rasgos psicosociales del colectivo al que atienden. Este profesional se ocupa de educar en valores; ayuda a que los menores aprendan a cuidar de ellos mismos y a confiar en sus capacidades; les provee de herramientas sociales fomentando su participación y la colaboración con el otro, estimula su capacidad crítica y análisis, y les aporta técnicas para solventar conflictos o enfrentar situaciones difíciles por las característicaas del colectivo al que pertenecen. 

El papel de este profesional de la Educación es, por tanto, crucial en el apoyo y la integración de la población menor en riesgo de exclusión social y, por tanto, resulta esencial para que una sociedad evolucione de forma justa e igualitaria, haciendo uso de todos los recursos a su alcance y empleando todos los recursos a su alcance. 

Requisitos y Estudios Necesarios:

Para acceder a un empleo como Educador/a en Programas de Trabajo con Menores en Situación de Riesgo Social suele requerirse una diplomatura en Trabajo Social o Educación Social, aunque es posible tener una titulación en Pedagogía, Psicología o Magisterio y complementarla con postgrados en Intervención Social Comunitaria, Cultura y Diversidad o en diferentes áreas de especialización según colectivos (población migrante, violencia de género, personas con discapacidades, diversidad funcional o dificultades de aprendizaje...). 

Sea cual sea la titulación, es conveniente tener experiencia en Educación o Psicología y mostrar una serie de cualidades básicas como liderazgo y firmeza, ya que deberá ser figura de autoridad y referente; empatía y capacidad de escucha, habilidades de negociación, y, sobre todo, conocimiento de la psicología y características culturales del grupo con el que trabaja. Es decir, además de tener una visión global de las estrategias de colaboración y coordinación con otros actores educativos (familia, escuela) en cada ámbito concreto, es muy importante adquirir competencias socioeducativas para fomentar la participación, apuntalar la autoestima, desarrollar la coordinación y el trabajo en equipo, ayudarles a establecer vínculos sanos y con significado, a gestionar sus miedos, resolver conflictos, aceptar la vulnerabilidad o desarrollar resiliencia. 

 

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Datos y Estadísticas:

Según el INE y el Índice AROPE, más de 9 millones de personas están en riesgo de exclusión social en nuestro país, y de ellas, más del 31% son menores. A estas cifras se añade el riesgo de recesión debido al impacto del confinamiento y las medidas de seguridad contra la Covid-19, lo cual ha abierto aún más la brecha de la desigualdad en nuestra sociedad. Además, en la llamada 'Era Post Covid-19' parece que la tendencia es a aumentar la intervención del Estado para asegurar los niveles de igualdad y seguridad económica fundamentales de la ciudadanía.

Además, si revisamos los datos referentes al porcentaje de desempleo los datos que muestran los Servicios Sociales (15,93) son mejores que los de Periodismo (16,77), Enseñanza Comercial (16,90), Veterinaria o Arquitectura (16,95) y Construcción (23, 49). 

Bajo este panorama, es probable que comencemos a ver cómo se incrementa la demanda de profesionales que dominen el ámbito y las estrategias de actuación en Intervención Social y atención a todo tipo de colectivos; las perspectivas de empleo para un Educador/a en Programas de Trabajo con Menores en Situación de Riesgo Social resultan muy favorables.