¿Qué estudios se necesitan para ser Estilista?

Funciones:

El Estilista es una pieza clave hoy día. La era digital ha traído aparejados muchos cambios: el cerebro humano nunca ha recibido tantos impactos informativos a tanta velocidad y esto se nota en nuestros niveles de atención o la capacidad para procesar información. Por ello, la imagen ha cobrado aun más protagonismo como herramienta de comunicación. Que una imagen vale más que mil palabras podría ser el lema de toda una época, y es la frase que le sirve de palanca al profesional del Estilismo para mover el mundo. 

Este oficio, tradicionalmente asociado a la moda y la estética, implica mucha vocación, largas horas de trabajo y ciertas aptitudes básicas: carisma y capacidad expresiva, habilidades sociales o soft skills, buen gusto, dinamismo y resolución. El Estilista debe conocer en profundidad tanto las materias primas (el cuerpo humano y el rostro, en toda su dimensión, además de productos, tejidos, colores...) como los procesos que intervienen en la percepción del público y todas las posibilidades estéticas: peluquería, cuidado de la piel, maquillaje, vestuario, posición en el espacio, expresión facial, gestos y tono de voz... absolutamente todo detalle que contribuya a configurar la imagen de una persona debe estar bajo el cuidadoso análisis de este profesional. 

El Estilista conoce la Historia de la Moda, los criterios de belleza que han reinado en la historia del ser humano y de todas las técnicas de estética y cuidado personal; también debe dominar los códigos sociales de actualidad y saber usar todo elemento que intervenga en la impresión visual para comunicar con eficacia la personalidad del cliente, fortalecer su autoestima y ayudarle a transmitir lo que pretende.

En general, el estilismo conlleva cuatro fases diferenciadas:

- Análisis de la figura, personalidad y objetivos: mensaje a transmitir.
- Propuesta de la estrategia general de imagen: maquillaje, cabello, atuendo, posición en el espacio.
- Elaboración de presupuestos y coordinación de acciones estéticas, compras y configuración de outfits. 
- Asesoramiento y orientación del gusto personal, así como guía de protocolo y/o relaciones públicas si fuera necesario. 

 Eso sí, hay que tener en cuenta que las funciones de un estilista varían en función del ámbito donde se desarrolle su actividad:

- Estilismo Cine y TV.
- Estilismo de Moda (desfiles, showrooms, shootings).
- Estilismo en Política y Relaciones Institucionales.
- Estilismo de Imagen Corporativa.
- Estilismo de Imagen Personal.
- Estilismo Social: celebraciones, bodas, galas. 

 

Requisitos y Estudios Necesarios:

Aunque el Estililsta puede especializarse en uno solo de los campos que abarca la imagen personal, lo más común es que domine tanto las tendencias como las principales técnicas en cuanto a estética y cuidado personal, moda y expresión. Pero el Estilista no solo se ocupa de la imagen de modelos y actores: desde figuras políticas hasta altos cargos financieros, cantantes, escritores, tertulianos o genios tecnológicos; en cualquier entorno la imagen comunica y, por tanto las labores de estilismo son requeridas. 

Así, la formación de este profesional no debe limitarse a un solo campo. Como un artista total, el Estilista ha de ser capaz de identificar las debilidades y fortalezas de una persona o rostro, y para ello debe tener nociones de estética y perspectiva espacial, pero también conocer las texturas y posibilidades de cada elemento con el que trabaja. Además, este profesional ha de ser capaz de visualizar de un solo golpe el modelo hacia el que se dirige. Entonces... ¿cuál es la mejor formación para ejercer esta profesión?

Si quieres convertirte en Estilista profesional, tienes varias opciones para formarte. Si lo tuyo es la universidad, puedes hacer un doble grado superior en Bellas Artes y Diseño de Moda, como el ofrecido por la Universidad Rey Juan Carlos (Diseño y Gestión de Moda + Bellas Artes) o el título superior en Diseño de Moda, Estilismo y Comunicación por el Istituto Europeo di Design en Barcelona. 

También puedes acceder a un ciclo superior de Formación Profesional y obtener, por ejemplo, el Título Superior en Asesoría de Imagen Personal y Corporativa o el Ciclo Formativo de Grado Superior en Imagen Personal y Corporativa + Título Superior en Protocolo de la Escuela Internacional de Protocolo. 

Y, si además de diferenciarte por tu estilo propio quieres distinguirte por la formación, tienes la oportunidad de obtener el Bachelor of Arts (Honours) in Fashion Design otorgado por la Universidad de Westminster, a través del IED de Barcelona. Impartido en inglés y a jornada completa, este título promete enseñarte tanto los rudimentos básicos como las técnicas top de marketing e imagen para que en tres años te conviertas en un profesional de vanguardia.

El reciclaje profesional y la formación continua son imprescindibles en ese oficio: estar en constante cambio y alerta de las principales tendencias globales no es fácil. Así, lo más recomendable es que realices formaciones en técnicas concretas periódicamente y, si es posible, que viajes, que conozcas nuevos lugares y te nutras como profesional de un amplio bagaje cultural que pueda aportarte dinamismo y flexibilidad a la hora de trabajar. 

 

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Datos y Estadísticas:

Actualmente, los profesionales del mundo de la estética y la imagen personal tienen amplias perspectivas de desarrollo profesional, no solo por el auge de la demanda en producciones audiovisuales o en todas las expresiones del ámbito de la moda: desfiles, showrooms, sesiones fotográficas, pressdays, apariciones públicas... sino que tanto en el universo de los negocios como en el escenario político y cultural, lo que mejor transmite es una imagen cuidada. 

Hay que tener en cuenta que esta profesión está muy ligada al desarrollo tecnológico digital, ya es fundamental adelantarse y prever tendencias o inclinaciones del público, ver qué están haciendo los líderes de opinión a nivel internacional y cómo reacciona el público, para así como conocer las mejores oportunidades para generar más alcance y mejorar el impacto de la identidad visual del cliente. Así, las oportunidades de empleo crecerán con el manejo de perfiles sociales que sirvan de escaparate y den a conocer las creaciones del profesional. 

El sector de la Imagen Personal, estética y belleza, es uno de los que mejores datos de previsión de futuro presentan en el periodo 2020-2025. La imagen personal preocupa, y no solo entre un determinado sector de la población: se trata de un elemento común a todo género, edad y campo profesiona. Tan solo los centros de estética y belleza en España arrojan una información envidiable: dan empleo a 11.000 personas y facturan 334 millones de euros según datos de 2019. Si nos fijamos en los datos del INE, los grados relacionados con la Imagen Personal obtienen un porcentaje de inserción laboral durante el primer año del 73,6 y, en cuanto a la percepción de los españoles de su propia imagen, de la información recavada se desprende que a mayor cuidado personal mejor autoestima, con un 70% de la población satisfecha con su propia imagen. 

Por tanto, si sumamos tanto las posibilidades que un Estilista tiene de desarrollar su carrera profesional en el ámbito de la estética y la imagen personal a las necesidades del mundo del espectáculo, el de la política y a las de la industria de la Moda, obtenemos un escenario de futuro muy prometedor para el Estilista profesional. 

Volumen de negocio del comercio electrónico dentro de España de peluquería y tratamientos de belleza

Desde octubre del 2020, el valor de las transacciones comerciales electrónicas destinadas en España del sector de peluquerías y tratamientos de belleza se aproximó a los 19,5 millones de euros. Esta cifra suspuso un incremento de cerca de cinco millones de euros con respecto al tercer trimestre de ese mismo año. Con una proyección de crecimiento total durante los próximos años.