La formación en tiempos de crisis es una fortaleza y un valor añadido.
Durante los últimos años, la crisis económica y las altas tasas de desempleo asociadas, especialmente entre los jóvenes, no solo están impulsando la matriculación en las carreras universitarias, sino que han disparado la demanda de másteres oficiales.
El Ministerio de Educación ha publicado una estadística que muestra que el número de inscritos en estos estudios de posgrado se ha septuplicado y ha pasado de 16.636 en el curso 2006-2007 a 113.061 (dato provisional) en 2011-2012.
Según un estudio del Círculo Formación, el 52% de quienes quieren estudiar un máster universitario lo justifican por la situación actual, frente al 48% que ya lo había decidido con anterioridad.
Además un 53% cree que se puede encontrar trabajo más fácilmente con un posgrado, y un 22% piensa que podrá acceder a empleos mejor pagados.
Sin embargo, un 24% se muestra escéptico y dice que un máster no le facilitará salir del paro necesariamente, aunque siempre es bueno estar mejor formado.
El Círculo Formación manifiesta que la formación de posgrado está jugando un papel cada vez más significativo en el mercado laboral europeo. Los universitarios que se incorporan al mundo profesional, al igual que quienes ya están en él, son conscientes de la mayor competitividad del mercado y de la necesidad de diferenciarse más allá de lo que les haya aportado la universidad.
Por último, el informe anual de la Fundación Conocimiento y Desarrollo (CYD) destaca que los programas de posgrado más demandados (30%) siguen siendo los relacionados con la economía (dirección y administración de empresas, finanzas y banca); les siguen los de marketing, diseño y comunicación (16%) y Ciencias Sociales y Jurídicas (16%).
