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Una correcta implementación de la RSE genera beneficios no sólo para la empresa sino también para el entorno

Lejos de ser una moda pasajera como otras muchas provenientes del management, el paso de los años y de las experiencias van convirtiendo a la RSC o RSE en un elemento cada vez más indispensable para la supervivencia de las organizaciones.

La Responsabilidad social se entiende como una forma de conducir los negocios de una empresa de tal modo que esta se convierta en co-responsable por el desenvolvimiento social. Una empresa socialmente responsable es aquella que posee la capacidad de escuchar los intereses de las diferentes partes (accionistas, empleados, prestadores de servicios, proveedores, consumidores, comunidad, gobierno y medio ambiente) e incorporarlos en el planeamiento de sus actividades, buscando atender las demandas de todos ellos, no únicamente de los accionistas o propietarios.

Los lineamientos para ser socialmente responsable surgió de un “acuerdo mundial”, en la Cumbre Económica Mundial de Davos en 1999, en la cual el Secretario General de las Naciones Unidas, Kofi Annan, invitó a las empresas a que cooperaran demostrando una ciudadanía global donde quiera que fuera su campo de acción. Este acuerdo incluía tres áreas específicas en las que existe un consenso internacional compartido: Derechos Humanos, Condiciones de Trabajo y Protección al Medio Ambiente.

La responsabilidad social de la empresa es una combinación de aspectos legales, éticos, morales y ambientales,  una decisión voluntaria, no impuesta, aunque exista cierta normatividad frente al tema. Actualmente son cada vez mayores las presiones para que las empresas mejoren su desempeño social y ambiental, lo cual ha motivado el desarrollo de la implementación de la filosofía de RSC. La aplicación de esta filosofía empresarial, conlleva importantes cambios: mayor transparencia en la información a accionistas, clientes, consumidores, proveedores y trabajadores; mejora del funcionamiento interno, promoviendo mayores niveles de eficacia en los procesos; mejora de las relaciones laborales (igualdad de género, conciliación de la vida personal, familiar y laboral), mejora de la empleabilidad mediante el estímulo de la formación profesional continua de los trabajadores, respecto al medio ambiente, y diálogo y colaboración permanente entre los representantes de la empresa y de los trabajadores.

Por supuesto todos estos cambios conllevan un benefico para las empresas, desde el punto de vista económico, una correcta aplicación de la RSC debe permitir a medio-largo plazo una serie de productos de mayor calidad que permitan ajustarse a la demanda del cliente final y poder obtener mejores márgenes y mayor rentabilidad, el funcionamiento ético en este campo permite un ahorro de costes relacionado con los procesos y la estructura organizativa derivado de la alta exigencia de control y de calidad.

Varios de los beneficios existentes son los siguientes:

  1. Mejora la imagen de la empresa: Las empresas que implementan prácticas de RSE son percibidas como socialmente responsables, lo que puede mejorar su imagen ante los clientes, proveedores, empleados y otros stakeholders.

  2. Aumenta la lealtad de los clientes: Los consumidores valoran cada vez más las empresas socialmente responsables y tienden a ser más leales a ellas.

  3. Mejora el clima laboral: La implementación de prácticas de RSE puede mejorar el ambiente de trabajo y la motivación de los empleados, lo que puede tener un impacto positivo en la productividad y la retención de talento.

  4. Reduce el riesgo reputacional: Las empresas que implementan prácticas de RSE están mejor preparadas para enfrentar crisis reputacionales, ya que tienen una mejor imagen y credibilidad ante sus stakeholders.

  5. Aumenta la eficiencia: La implementación de prácticas de RSE puede mejorar la eficiencia de la empresa, por ejemplo, a través de la reducción de costos de energía o la optimización de los procesos productivos.

  6. Fomenta la innovación: La RSE puede estimular la innovación y la creatividad en la empresa, ya que implica la búsqueda de soluciones a desafíos sociales y ambientales.

  7. Contribuye al desarrollo sostenible: La RSE puede contribuir al desarrollo sostenible de la sociedad en la que opera la empresa, al abordar problemas sociales y ambientales y promover el progreso social y económico.

Estos son solo algunos de los beneficios que la RSE puede aportar a las empresas en España. En general, la implementación de prácticas de RSE puede tener un impacto positivo tanto en la empresa como en la sociedad en su conjunto.