Descubre cómo el renombrado diseñador John Galliano sorprende con su retorno a la extravagancia en la Alta Costura, mientras que Jacquemus rinde homenaje al arte con su última colección. Explora el impacto de estas propuestas en la industria de la moda y cómo marcas como Ferragamo se inspiran en el arte para renovarse. Sumérgete en un mundo donde la tradición se fusiona con la innovación para dar forma al futuro de la moda.

Cuando parecía que la moda estaba abrazando la tendencia más deseada y necesaria hasta la fecha, caracterizada por su enfoque en la estética minimalista y la promoción de la circularidad de las prendas a través de la adopción de fondos de armario, el exceso ha resurgido de manera inesperada. John Galliano ha sido el responsable de este impactante giro que tomó a todos por sorpresa. La discreción que parecía dominar la escena de la moda se ha visto reemplazada por un retorno a la extravagancia, algo que se creía relegado al pasado. Sin embargo, en la clausura de la Alta Costura primavera-verano 2024 en París, Galliano, quien dejó abruptamente Dior en 2011 para luego ingresar a Maison Margiela de manera más gradual tres años después, ha vuelto a exhibir su característico espíritu teatral e historicista.

El espectáculo de Galliano para Maison Margiela se asemeja más a una obra de arte que a una típica colección de moda, que a menudo pasa frente a nuestros ojos sin dejar una impresión duradera en nuestra memoria. Ambientado en un local con sofás desgastados y mesas de billar antiguas, oculto bajo unas escaleras cercanas al puente Alexandre III, el desfile tomó inspiración de los habitantes de los bajos fondos parisinos. Galliano recreó la imagen de hombres con reputación cuestionable que parecían haber salido de una pelea callejera durante la belle époque, mujeres semidesnudas tras un encuentro sexual, y gánsteres desafiantes envueltos en cárdigans desteñidos.

Se trató de un desfile de moda con diseños excesivos y melodramáticos, marcado por el resurgimiento de los distintivos códigos de Galliano y su expresión más pura y poética. La colección presentó una amplia variedad de siluetas, con corsés extremos, caderas abultadas y vestidos transparentes, complementados por el maquillaje de Pat McGrath, que incluía pieles brillantes con un acabado tipo porcelana, mejillas pronunciadas y bocas diminutas. Los peinados, que incluían tirabuzones, recogidos y cardados, evocaban el estilo demi-mondaine, similar a los retratos que se encuentran en los museos. Este desfile representa el retorno de Galliano a sus códigos de diseño distintivos y melodramáticos, recordándonos su enfoque poético desde sus inicios en la Alta Costura en la década de 2000, invitando a soñar y a creer en la excepcionalidad de la moda.

Tras esta evocadora invitación, la crítica no tardó en expresar su opinión: más Galliano que nunca, John está de regreso. Sin entrar en el debate sobre si la industria debe optar por propuestas discretas o exuberantes, la reinvención de marcas y directores creativos está generando colecciones y campañas que rivalizan con auténticas obras de arte en los museos.

La última propuesta de Maison Margiela no es una excepción, aunque aún estemos asimilando lo presenciado. En la misma semana, las esculturas de Jacquemus salieron a la luz. No hubo gestos innecesarios en esta exhibición. Todo lo que se mostró fue precisamente lo que el diseñador quería que viéramos: una selección de prendas primaverales llamada «Les Sculptures», presentada en la Fundación Maegh, un recinto artístico emblemático en el sur de Francia.

El hecho de que los creadores más contemporáneos rindan homenaje a sus fuentes de inspiración es otra manera de demostrar lealtad. En este caso, las siluetas que enfatizan los hombros y reducen el torso, jugando con lo cóncavo y convexo, reflejan el interés de Jacquemus por sus raíces, que él identifica con el arte. Esta fundación alberga obras de Miró, Braque y Giacometti, entre otros, y es a ellos a quienes se dedica su propuesta. Y no es la única marca que busca inspiración en esta disciplina. Ferragamo envió un mensaje con su campaña «Renaissance»: el Renacimiento es el mejor símbolo de renacimiento, de comenzar de nuevo una y otra vez si se aporta un valor añadido con el gesto. Firmas como la italiana han comprendido este secreto, y para la mencionada campaña utilizaron pinturas cortesía de Le Gallerie degli Uffizi.

Esculpir la mente hasta el más mínimo detalle para comprender que el arte, sinónimo de tradición e innovación, puede ser un compendio de ideas sobre las cuales apoyar lo nuevo que está por venir, es la más grande obra de arte en la que trabaja la industria. El objetivo es claro y el resultado será como se esperaba: la belleza reside en la tradición.

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