El Día de la Tierra 2013 se puso en marcha con el lema «El rostro del cambio climático», una frase con la que las Naciones Unidas han querido fijar el foco de atención en el impacto medioambiental que sufre el planeta a raíz del cambio climático, y en concreto, en sus efectos nocivos sobre las personas, los animales, los ecosistemas y los recursos naturales. Una buena causa que ha llevado a muchos países a anmarse y celebrar este Día de la Tierra 2013.
Los problemas a los que alude el Día de la Tierra 2013 comenzaron a finales del siglo XVII cuando el ser humano comenzó a utilizar para su beneficio combustibles fósiles acumulados en el subsuelo terrestre, tales como carbón, petróleo o gas natural. Su quema supuso un considerable aumento de los nievles de CO2 en la atmósfera, y con ellos, de la temperatura. Las organizaciones medioambientales nos recuerdan en este Día de la Tierra 2013 que tenemos que ser plenamente conscientes del calentamiento global. Algunas organizaciones llevan tiempo alertando a la población sobre sus efectos catastróficos, sin embargo, si bien no es necesario ser alarmista, sí vale la pena tener claras las repercusiones económicas y biológicas de nuestros hábitos, que, a la larga, podrían afectar al bienestar de la humanidad.
El origen de la celebración se remonta a 1970 cuando en Estados Unidos, Canadá y algunos países de Europa Occidental, comenzó a desarrollarse un interés por el medio ambiente y se pretendía inculcar a la sociedad la importancia de preservar el medio natural.
Este año en junio, los líderes mundiales se reunirán en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible (Río+20). Las conversaciones se centrarán en dos temas principales: cómo construir una economía verde para lograr el desarrollo sostenible y sacar a la gente de la pobreza y cómo mejorar la coordinación internacional para el logro del desarrollo sostenible.
Entre las actividades que la sociedad realiza para conmemorar este día destacan la plantación de árboles, la reducción del uso de los automóviles y apuesta por medios de locomoción no contaminantes, como las bicicletas, con el fin de evitar la emisión de CO2, la limitación del uso de aparatos electrónicos para ahorrar energía, la utilización de luz natural en vez de artificial, etc.
Medidas todas ellas que contribuyen a mejorar la salud del planeta Tierra.