¿Qué estudios se necesitan para ser Instalador de Cielos Rasos?

Funciones:

Los profesionales dedicados a la instalación de cielos rasos desempeñan su labor en una amplia variedad de edificios, tanto nuevos como existentes. Su trabajo se basa en interpretar planos, seguir instrucciones detalladas y realizar mediciones in situ.

La instalación de cielos rasos suspendidos se lleva a cabo por diversas razones, como ocultar sistemas de aire acondicionado o cables. Sus proyectos abarcan una amplia gama de entornos, incluyendo centros comerciales, bancos, restaurantes, discotecas, tiendas, oficinas y consultorios.

Estos profesionales operan en plataformas o andamios, que pueden montar y desmontar por sí mismos, y siempre utilizan equipos de protección personal como cascos y ropa adecuada.

Para garantizar que la estructura esté nivelada, los instaladores de cielos rasos emplean niveles de aire o de agua. También hacen uso de una variedad de herramientas, como sierras de arco, cizallas, navajas, martillos y destornilladores. La precisión en su trabajo es esencial para asegurar un ajuste perfecto de los paneles del cielo raso.

Además, estos profesionales trabajan en estrecha colaboración con otros artesanos de la construcción, especialmente con carpinteros y electricistas, para lograr una ejecución eficiente y coordinada de los proyectos.

Requisitos y Estudios Necesarios:

Ahora bien, ¿qué hay que hacer para dedicarse a la instalación de cielos rasos?

Tendrás que centrarte en los Ciclos Formativos de FP de la familia de Edificación y Obra Civil. Nuestra recomendación es uno de los grados medios: el título de Técnico en Obras de Interior, Decoración y Rehabilitación.

Para acceder a esta formación de manera directa, tendrás que cumplir al menos uno de los siguientes requisitos:

• Tener el título de Educación Secundaria Obligatoria o equivalente. 

• Tener una FP básica.

• Tener otro título de Técnico o Técnico Auxiliar. 

• Haber superado la prueba de acceso a la universidad para mayores de 25 años.

Además de la instalación de techos suspendidos o cielos rasos, esta titulación te enseñará de manera multidisciplinar todo lo que has de saber sobre la realización y gestión de construcciones de interior: instalación de suelos técnicos y mamparas, trabajos de revestimiento, alicatados, solados y chapados, acabados con pinturas, esmaltes y barnices, pintura de fachadas, rehabilitación de obras interiores... En definitiva, te convertirás en todo un profesional de la construcción. 

 

Para convertirse en instalador de cielos rasos, se requieren las siguientes cualidades:

• Buena habilidad manual: Es esencial tener destreza manual para trabajar con precisión en la instalación de los cielos rasos.

• Conocimientos matemáticos: Se necesitan conocimientos matemáticos básicos para planificar, medir y llevar a cabo proyectos con precisión.

• Minuciosidad: La atención a los detalles es fundamental, ya que se debe garantizar que los paneles del cielo raso encajen perfectamente y que la instalación sea impecable.

• Ausencia de vértigo: Como a menudo se trabaja en alturas utilizando andamios o plataformas, es importante no sufrir de vértigo o mareos.

• Conciencia de seguridad laboral: La seguridad en el lugar de trabajo es primordial. Los instaladores deben estar conscientes de los riesgos y seguir las normas de prevención de riesgos laborales.

• Permiso de conducir: En algunos casos, especialmente si es necesario desplazarse por la zona para llevar a cabo proyectos, es útil contar con un permiso de conducir.

Es importante señalar que este oficio puede no ser adecuado para personas que padecen afecciones cutáneas como el eccema o problemas respiratorios como el asma, ya que pueden estar expuestas a materiales que podrían agravar estas condiciones.

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Datos y Estadísticas:

El deterioro en la perspectiva del sector de la construcción se debe principalmente al empeoramiento de la construcción de viviendas nuevas. Esto se debe a una disminución en las ventas después de que en 2022 los tipos de interés hipotecarios aumentaran significativamente en la mayoría de los países europeos, llegando incluso a triplicarse en Finlandia, Eslovaquia, Suiza y el Reino Unido. Los precios de las viviendas han estado disminuyendo durante varios trimestres, lo que plantea la pregunta de si tiene sentido llevar a cabo todos los proyectos que se pensaba que el mercado absorbería fácilmente. Los países nórdicos y del este, que ya mostraban signos de sobrecalentamiento en algunos casos, han reducido su actividad de construcción en los últimos meses. Como resultado, se prevé una disminución del 6.1% en la producción para 2023, casi igual a la caída experimentada en 2020. Se espera que este ajuste intenso y rápido evite la necesidad de realizar más recortes en los años siguientes, con una previsión del -2.7% para 2024 y un modesto crecimiento del 0.2% para 2025.

Por otro lado, la construcción no residencial podrá mantener su producción durante los años 2023 y 2024 sin sufrir pérdidas significativas, aunque tampoco se esperan avances notables (0.2% en 2023 y 0.9% en 2024). A pesar de enfrentar desafíos similares a los de la vivienda, el sector no residencial no necesita ajustar su oferta con tanta urgencia debido a que ya ha estado experimentando una reducción desde la pandemia. En 2022, la producción residencial aún estaba un 6.4% por debajo de los niveles de 2019, con solo tres áreas de mercado en crecimiento: logística, construcción industrial y edificios de uso sanitario. Por lo tanto, a diferencia de las oficinas y la construcción comercial, el sector no residencial no necesita reducir su producción de manera significativa para adaptarse a la actual situación de demanda débil y rentabilidad incierta. La proyección para 2025 (2.1%) es más optimista que la de la vivienda, a pesar de cierto agotamiento en el segmento de la logística, que no puede mantener su alto crecimiento indefinidamente.

El pronóstico para la ingeniería civil no se ve afectado por el empeoramiento del entorno, ya que sigue siendo el subsector con las expectativas de crecimiento más altas. Aunque no se esperan avances significativos (entre el 2.3% y el 2.5% anual para 2023-2025), estos son suficientes para superar a los otros subsectores y a la previsión general para el PIB europeo. Esto se debe en parte a que la ingeniería civil ya tenía previsto un ciclo de crecimiento que compensara la relativa austeridad de la década anterior. A pesar de los desafíos como el COVID-19 y la crisis en Ucrania, este ciclo favorable a las infraestructuras no se ha interrumpido y, de hecho, ha cobrado más relevancia. La infraestructura ferroviaria sigue siendo el segmento más expansivo, y la infraestructura energética ha revisado al alza su pronóstico, lo que indica que se están tomando medidas para reducir la dependencia de las energías fósiles de Rusia.