Cada vez más creemos firmemente que la escuela y el sistema educativo que tenemos es algo infernal . Apostemos por la educación en valores o cualquier otro tipo de educación innovadora, no crees?

Una de las imágenes que guardamos en nuestro cerebro de cuándo éramos pequeños es la de ir al colegio. Y he de confesar que ir al colegio era un rollo. Quizá no tenemos guardada una imagen explícita del momento entrada a clase porque nuestro cerebro es benevolente y tiende a guardar los mejores momentos. Pero muchas de las cosas que aprendimos en aquellos años no nos han servido de mucho, son simplemente recuerdos a los que no deberíamos hacer ningún caso pero que a pesar de todo ahí siguen como si de un tesoro se tratase.

Ser educador infantil es una profesión hermosa, desafiante y gratificante. Sin embargo, no es un secreto que también puede ser agotadora, estresante y llena de imprevistos.

Sin ponernos trascendentales , más allá de sueños y de que formarse con cursos de técnico en educacion infantil siempre está muy bien y es básico para ser un buen  profesional quiero que conozcas cinco cosas que aprendimos cuando éramos pequeños y que llevamos integradas en nuestro adn. Me preocupan , quizá porque si conseguimos desaprender todas esas ideas que nos programaron en nuestra más tierna infancia podremos empezar a vivir de otra manera. Con seguridad que cuando seas educador infantil conseguirás mejorarlas y corregirlas con tus alumnos:

1-. Las vacaciones son la mejor temporada del año y nos acordamos día si y día también de que ya queda un día menos! A todos nos gustan las vacaciones y es un tiempo necesario para desconectar esto es obvio. Pero seguir pensando así cuando llegamos a adultos lo único que da a entender es que nuestro día a día es aburrido y no estamos valorando el trabajo diario. Es un modo de vida escapista que nos hace tener la cabeza en otro lugar. No encontramos ninguna otra  motivación que no sea que llegue el fin de semana o el siguiente puente.

2-. Si haces lo que te dicen y repites las cosas tal como te han enseñado todo irá bien! ¿Queremos niños  que piensen o niños mediocres? Aplicando eso que nos enseñaron, tal como nos lo enseñaron nos hace convertirnos en mediocres. Personas sin iniciativa  ni pensamiento crítico. Si queremos niños independientes , que destaquen y busquen su propio camino hemos de enseñarles a no ser una oveja en el rebaño. Ellos deben buscar las soluciones a sus propios problemas.

3-. Si te critican es que lo has hecho mal! Cuando crecemos , en nuestros trabajos diarios seguimos con ese miedo de saber que nos están evaluando todo el tiempo. Nos acostumbramos, como en el colegio , a que alguien decida por nosotros  y nos critique cuando lo hacemos mal  y nunca nos felicite cuando lo hacemos bien. Esto es muy duro para un niño , pero sobre todo para un adulto que siente que siempre ha de estar subordinado a otras personas. Por tanto no estamos haciendo nada por el crecimiento personal del niño ni mucho menos por la autoestima.

4-. Ser diferente es sinónimo de debilidad y burlas por parte de los demás compañeros! Cuando eres niño, ya se sabe que el gafitas, el gordito o orejudo acaban pagando el pato y siendo el centro de todas las burlas. En el mundo de los adultos, sin embargo, los que triunfan son los que tienen personalidad, los diferentes y los que tienen un toque especial.  Entonces, por favor olvidemos eso de educar a todos por igual porque todos no somos iguales .

5-. La inteligencia se mide a través de los exámenes! Eso nos inculcaron a fuego y seguimos con lo mismo que es lo más triste.  Lo vemos a diario ya que así se sigue haciendo para aprobar una oposición por ejemplo. Y seguimos creyendo que los niños más listos son los que han memorizado mejor y los que han conseguido mejores notas. En un mundo tan cambiante como el que tenemos creo que es hora de valorar a las personas por lo que aportan, las ideas que tienen y como trabajan en lugar de fijarnos en qué colegio estudió, si fué expulsaron ocho veces o si era un niño hiperactivo.

Los educadores infantiles tienen la obligación y el compromiso de poder hacer niños más pensantes . Niños con motivaciones, que tengan iniciativa y que se destaquen sus cualidades. Niños que cuando lleguen a adultos puedan vivir en un mundo mejor donde no se tenga tanto en cuenta el pasado y se mire más al futuro .

Si estás pensando en dedicarte a esta noble labor, o ya eres un educador con experiencia, este blog te brindará algunos consejos para sobrevivir y disfrutar al máximo de tu día a día.

1. Pasión por la infancia:

Lo más importante para ser un buen educador infantil es amar trabajar con niños. Su energía, curiosidad e inocencia te contagiarán y te darán la motivación necesaria para afrontar los retos del día a día. Recuerda que cada niño es único y especial, con sus propias necesidades y ritmos de aprendizaje. Conócelos, trátalos con respeto y ayúdales a desarrollar todo su potencial.

2. Formación continua:

La educación infantil es un campo en constante evolución. Mantente actualizado con las últimas investigaciones y tendencias pedagógicas. Hay una gran cantidad de cursos, talleres, libros y recursos disponibles para ayudarte a mejorar tus habilidades y conocimientos.

3. Planificación y organización:

La planificación es clave para un día a día más tranquilo y efectivo. Organiza tus actividades, materiales y tiempos de forma eficiente. Prepárate para imprevistos y ten siempre a mano un plan B.

4. Comunicación efectiva:

Comunicarse con los niños, sus familias y el equipo educativo es fundamental. Establece una comunicación clara, abierta y respetuosa. Informa a las familias sobre las actividades, avances y necesidades de sus hijos.

5. Cuidar de ti mismo:

Ser educador infantil exige mucha energía física y emocional. Es fundamental que cuides de tu propio bienestar. Duerme lo suficiente, aliméntate de forma saludable, haz ejercicio regularmente y dedica tiempo a tus hobbies. No tengas miedo de pedir ayuda cuando la necesites.

6. Sé paciente:

La paciencia es una virtud indispensable para cualquier educador infantil. Los niños necesitan tiempo para aprender y desarrollarse. No te frustres si no ves resultados inmediatos. Sé paciente, comprensivo y celebra cada pequeño logro.

7. Disfruta del proceso:

Ser educador infantil es un privilegio. Tienes la oportunidad de influir positivamente en la vida de los niños y ayudarlos a construir su futuro. Disfruta de cada momento, aprende de ellos y deja que la magia de la infancia te contagie.

Recuerda: Ser educador infantil es una aventura maravillosa que te llenará de satisfacciones. Sigue estos consejos, aprende de tu experiencia y disfruta cada día de la compañía de los niños.

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